La inocente empollona quería un romance, pero había olvidado que nació en el siglo de las putas, Y claro, el tío no iba a perderse el Zeitgeist, así que en vez de tener algo duradero, él, sabiendo que ella era una guarra, no quiso implicarse y se limitó a meterle la polla por el culo caliente a la guarra hasta que se corrió.