Comerse al profesor para no suspender Cuando le llaman a la oficina de la escuela, le dicen a un joven que está a punto de suspender en el instituto. El chico le propone entonces una noche de sexo a cambio de un poco de ayuda con sus notas. La traviesa profesora acepta. La guarra galopa de la polla del alumno y luego cae sobre su lengua en el coño de la corona.